¿Porqué aparecen los sofocos en la menopausia u otros síntomas asociados?. Algunas mujeres cuando llegan a la menopausia no presentan síntomas, pero ésta no suele ser la tendencia habitual. Cuando llega el final de la actividad ovárica, puede aparecer el llamado síndrome climatérico, que lo van a sufrir, aproximadamente, el 80% de las mujeres. La mayor incidencia del síndrome se producirá en el primer año en el que se haya dejado de producir la actividad estrogénica. Sin embargo, hay que recordar que no todas las mujeres van a padecerlo y en caso de que así sea, es problable que no presenten la misma intensidad.
A continuación vamos a abordar algunos temas relacionados con los síntomas de la menopausia, poniendo especial interés en los sofocos, ya que suele ser uno de los más molestos en la menopausia, y en los tratamientos que se pueden aplicar para evitarlos o sobrellevarlos de una mejor forma.
¿Cuáles son los síntomas que pueden aparecen en la menopausia?
- Los sofocos o golpes de calor
- Sudoración nocturna
- Insomnio
- Sequedad vaginal
- Cambios de carácter que pueden aparecen como irritabilidad, tristeza, baja autoestima, etc.
- Falta de concentración
- Cefaleas
- Vértigos y mareos
- Palpitaciones
De todos los mencionados anteriormente, los sofocos son uno de sus síntomas principales. Suelen afectar a mas de la mitad de las mujeres que sufren menopausia y pueden durar varios años. La aparición de los sofocos está vinculada a la falta de acción reguladora que realizan los estrógenos sobre el centro termoregulador del cuerpo, situado en el cerebro.
¿Qué características presentan los sofocos en la menopausia?
Suelen aparecer una serie de signos clínicos como el incremento del flujo sanguíneo cutáneo que produce enrojecimiento, el aumento de la frecuencia cardíaca, etc. La frecuencia de estos signos puede variar, desde presentarse en episodios mensuales aislados, hasta presentarse varios en una hora. En situaciones como ésta, la calidad de vida de las mujeres puede verse notablemente condicionada y es necesario tomar medidas necesarias para facilitar su presencia.
¿Cómo evitar los sofocos en la menopausia?
En general, el tratamiento que ha demostrado una eficacia mayor es la utilización de la terapia hormonal sustitutiva (THS). Su utilidad no se circunscribe solo a los sofocos sino que abarca todos los síntomas de síndrome climatérico. Es un tratamiento que consigue un efecto rápido positivo y su porcentaje de éxito con las pacientes que lo han utilizado alcanza un valor cercano al 90%.
¿En qué consiste la terapia hormonal sustitutiva?
Dado que uno de los principales síntomas es el descenso de estrógenos en la menopausia, esta técnica consiste en administrar estrógenos mediante distintos tipos de preparados y vías. Su eficacia ha sido demostrada en:
- Sofocos
- Síntomas psíquicos
- Alteraciones en la piel y en las mucosas genitales
- Disminución de pérdida de masa ósea
Este tipo de tratamiento puede llegar a disminuir los sofocos en un 80% o 90%. En la actualidad este tipo de terapias son ampliamente estudiadas, pero no están exentas de contraindicaciones claras, principalmente aquellas situaciones en las que existe un antecedente de patología oncológica hormonodependiente, como el cáncer de mama.
Alternativas no farmacológicas para los sofocos
En aquellos casos en que las pacientes decidan no seguir este tipo de tratamientos o bien presenten rechazo a los mismos, se pueden plantear otras alternativas como la fitoterapia (que consiste en la utilización de plantas medicinales con finalidad terapéutica para solucionar algún problema de salud), los derivados del lúpulo u otros derivados de origen vegetal. En estos casos, el nivel de eficacia y la evidencia científica no es tan elevada como en el caso de la terapia hormonal sustitutiva, pero constituyen una buena alternativa.
Existe otro remedio basado en extracto citoplasmático purificado de polen, que está exento de hormonas, es natural y presenta una eficacia en más del 65% en las mujeres. Esta solución sólo contiene polen de abeja tratado y puede ser muy útil en aquellas pacientes que presenten contraindicación a la utilización de soluciones con actividad hormonal.
Otras alternativas no farmacológicas pueden consistir en realizar técnicas de respiración y relajación que ayuden a contolar situaciones de estrés. A través de la liberación de serotonina se puede ayudar a disminuir la intensidad de los sofocos.
Cuidar la alimentación y evitar una vida sedentaria también es importante. Las cenas pueden ser más bien ligeras, con verduras, frutas, legumbres, aceite de oliva y pescado.
En cualquier caso, hay que seguir un tratamiento individualizado. El médico debe conocer la historia completa de la paciente, y a través de la intensidad y frecuencia de los síntomas, se diagnosticará cuál es el tratamiento más efectivo.
Dr. José Mª Fernández Moya, Director Médico en Instituto de Medicina EGR
Otra información: Tratamiento menopausia